Seguro que todos conocen el nombre de Oettinger. Es un preparador alemán especializado en la preparación de productos del Grupo Volkswagen, pero eso sería quedarse corto. Es uno de los preparadores con más historia del mundo, no en balde llevan 60 años realizando preparaciones mecánicas. Se podría afirmar que son los que mejor conocen los motores de Wolfsburgo, y ya en 1973 apuntaban maneras.
En el museo que Volkswagen tiene en Wolfsburgo tiene cabida este Escarabajo tan especial. ¿Un Escarabajo? ¿No es un Porsche 911? No, es un simpático Käfer 1301 que ha recibido una preparación de órdago. En primer lugar, lleva un kit de carrocería que aumenta su anchura hasta unos increíbles 2.20 metros. Esta cota lo certifica con toda seguridad como el Beetle más ancho de toda Europa. Este kit de carrocería lleva en el frontal piezas de Porsche 911 de competición, como el paragolpes y los faros.
Las llantas también proceden de un 911. El hecho de que todo encaje tan bien es que el Beetle y el 911 nunca fueron coches muy diferentes, y menos en las primeras etapas de evolución del “nueveonce”. La zona del paso de rueda trasero es espectacular, unas llantas de garganta muy profunda se enmarcan en unas tomas de aire falsas para el motor, pues la admisión parece frontal. Un gigantesco spoiler corona la zaga, que curiosamente también lleva ópticas de Porsche y un curioso escape…
Que emana los gases de un motor Porsche, concretamente un 2.2 bóxer de seis cilindros potenciado hasta los 255 CV, siempre manteniendo su esencia atmosférica. El equipo de frenos ha sido debidamente potenciado para poder pararlo desde una velocidad punta de 210 km/h. Apenas se pueden distiguir las formas originales del coche bajo la intensa preparación, que podréis degustar en directo en un viaje a Alemania.
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