Hoy domingo tocaba de nuevo continuar con el entrenamiento de perros, como siempre el Kubel me llevó sin problemas.
El Toyota llegando a la luna.
Soltamos los perros y empezamos a caminar por la parte alta de la montaña en busca de rastro.
¿Que está mirando D. Emilio?
Pudimos ver todo Santa Cruz desde la montaña.
Cazadores buscando algo, a las 10 de la mañana no habíamos visto nada.
Hasta que Otto se quedó parando en la parte baja de este cardón, al acercarme, salío volando la única perdiz que vimos en toda la mañana.
El Rey de la Roca.
Ya cuando estábamos de regreso, los perros encontraron 2 conejos, evidentemente sin escopeta y dado lo tupido que estaba el terreno, se escaparon, pero por lo menos sabemos que quedan algunos conejos.
Popo hoy no nos acompañó ya que se quedó preparando un Muflón del que dimos buena cuenta a la hora del almuerzo, menudo cocinero el peladilla.
Esto si que eran buenos tiempos...
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