Ayer jueves salimos de nuevo con los perros a entrenar para preparar a los perros ante una veda que se avecina corta, pobre en caza y muy seca.
Desde primera hora de la mañana acudí con el Kubel y Otto.
Cambiamos de destino, fuimos a cazar a la Finca Los Lirios y antes de soltar los perros nos encontramos con este bonito amanecer.
Soltamos a los perros con la idea de ver aunque sea un solo conejo en toda la mañana.
Cazando en los límites (Y un poco más allá) de la Finca.
Un clásico, no podía faltar el puro matutino.
Conejos no vimos ni uno, pero pasamos a saludar a Almirante.
Este es el paisaje que teníamos delante, todo muy seco.
Otto por lo menos levantó 2 perdices y fueron las únicas que vimos en toda la mañana, menudo artista.
Una vez terminada la jornada, fuimos a recuperar fuerza, nada mejor que una cerveza helada y una bandeja de lapas.
Descubrimos que Otto continua sin saber leer los carteles.
Una foto de recuerdo de antiguas cacerías, podemos ver las matrículas de antes, el coche lleno de conejos y una T-1 al fondo, eso si eran cacerías.
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