Ayer jueves de nuevo volvimos a cazar, esta vez fuimos a una nueva Finca entrando por Santa Cruz y subiendo por el Barrio de la Alegría, a lo lejos me pareció ver el frontal de una T-1. ¿Estaría soñando o sería posible esa aparición?
Increíble, en medio de la montaña, en una pista de tierra, encontré unos cazadores con su T-1 doble cabina de intermitentes de tetón, es decir anterior al año 64, como se hacía en los años sesenta.
Una imagen poco usual en nuestros días, me quedó pena no poder hablar con el dueño de esta T-1, seguro que tendría mil historias que contar.
Una vez pasado el susto de encontrarme con esta T-1, continuamos con nuestra jornada de caza, para variar no vimos nada.
Ante el sofocante calor y la ausencia de caza en toda la jornada, Otto encontró este jacuzzi, solo le faltaban las burbujas, se quedó más de media hora observando el panorama muy fresquito.
¿Para que ir a cazar? Con lo gusto que se encuentra dentro del agua.
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