El coche de pedales era antiguamente el juguete por excelencia, su historia se remonta a principios del Siglo XX y ha continuado desde entonces hasta nuestros días.
Los modelos originales son actualmente auténticas joyas siendo muy apreciados por los coleccionistas y sus réplicas por los niños y por los adultos.
Cada día el valor de estos cochitos va en aumento y encontrar uno cada vez será mas difícil.
En un principio se empezaron a fabricar en los Estados Unidos de América, siendo 5 los principales fabricantes de entonces: American National, Gendron, Steelcraft, Garton y Toledo wheel.
Los modelos más exclusivos empiezan a verse a partir de los años 20 y 30 del Siglo XX, siendo actualmente muy difícil de encontrar algún superviviente de la época en buenas condiciones, no obstante en el mercado norteamericano hay algunos coleccionistas que poseen modelos muy bien mantenidos y colecciones dignas de admirar.
Los coches de pedales de los años 20 y 30 son una parte importante de nuestra historia, ya que se trasladaron de las calles, jardines y parques donde sus dueños jugaron con ellos a las salas de estar, dormitorios y salones como objetos de decoración y exposición.
De hecho, son muy bonitos de ver debajo de los árboles de Navidad en el comedor o en el salón de muchos hogares, sea donde sea el lugar en el que coloques tu coche de pedales, será motivo de conversación y admiración.
Por supuesto, los primeros modelos que fueron fabricados son muy caros debido a su historia, tal y como un coche clásico, pero hay actualmente en el mercado muchas réplicas, a menudo fabricadas con exactas especificaciones y con un nivel de calidad ciertamente alto.
La diferencia principal respecto a nuestros modelos es por supuesto el precio. Lo que te costaría cerca de los 1.400 euros en un coche de pedales original hoy en día con una réplica fiel al original te cuesta un poco más de 200 euros y totalmente nuevo, con todos sus elementos a estrenar, una pequeña inversión para una gran rentabilidad!
Por supuesto no todo el mundo los compra como inversión, muchos los compran para sus hijos, porque quieren ver crecer a sus retoños con un juguete diferente, con estilo y sólido, que durará muchos años.
Los primeros coches de pedales están fabricados en chapa y terminados con maderas y materiales de calidad, luego en los setenta llegó el plástico, ya esos modelos no tienen nada que ver con los primeros, pero también empiezan a ser objetos de colección.
Volkswagen también existió en los juegos de los niños.
Y también podían jugar con un Karmann Ghía.
Yo acabo de pillarme uno de plástico, que necesita una restauración total, y seguro que no será tan valioso como los de metal, pero cada vez serán más difíciles de ver.
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