Algo más de 32 millones de euros se han pagado en la subasta de Artcurial por un Ferrari de la década de los 50 con mucho pedigrí y un largo historial de éxitos.
Los trazados de las 24 Horas de Le Mans y de la Mille Miglia, así como el mismísimo Stirling Moss, fueron testigos de sus años de gloria.
Desde París llegan noticias sobre un nuevo récord millonario en una venta de subasta de coches.
La capital francesa ha acogido un año más el Salón Retromobile de vehículos clásicos, en el que se exponen algunas de las joyas sobre ruedas más codiciadas del mundo. Bugatti, Aston Martin o Jaguar son sólo algunas de las marcas que los visitantes han tenido a disposición para su propio deleite este pasado fin de semana.
Ferrari también ha estado presente, y no sólo en los expositores de la feria, sino también como parte de una subasta llevada a cabo por la casa Artcurial.
Una unidad del Ferrari 335 Sport Scaglietti, con chasis número 0674, ha sido adquirida por un coleccionista que ha pagado la increíble cifra de 32.075.200 euros.
El coche más caro del mundo vendido en una subasta hasta el momento
¿Por qué tanto interés en este modelo en concreto?
Para entenderlo quizá haya que echar la vista atrás y conocer, aunque sea de refilón, su historia.
Corría el año 1957 cuando este Ferrari salía de la fábrica de Maranello y era vestido por Scaglietti, uno de los carroceros más importantes de aquella época.
Nació siendo un Ferrari 315 S con motor V12 de 3.8 litros y rápidamente se entregó en cuerpo y alma a las carreras.
Su primera actuación tuvo lugar en las 12 Horas de Sebring, donde terminó en sexta posición.
Después se lanzó a cubrir la famosísima Mille Miglia italiana, que cubrió sin problemas rozando la victoria (cruzó la meta en segunda posición).
Quien esté familiarizado con esta prueba sabrá que aquel fue el último año que se celebró tras el desafortunado accidente del piloto español Alfonso de Portago que, no sólo acabó con su vida y la de su copiloto, sino con la de una decena espectadores que se encontraban cerca del siniestro.
Quizá al ver que el Ferrari tenía grandes posibilidades pero no lograba el primer puesto, alguien pensó que había que mejorarlo.
Así que pasó por taller para cambiar su motor original por uno de mayor cilindrada (4 litros) con la misma disposición y número de cilindros (V12).
Este nuevo corazón latía con fuerza y le permitió marcar la vuelta rápida en las 24 Horas de Le Mans, con una velocidad media superior a los 200 km/h.
Nunca antes se había se había logrado tal hazaña.
Lástima que una avería mecánica dejara al coche fuera de juego apenas cinco horas después de darse el pistoletazo de salida.
Más tarde recibiría otras modificaciones como el frontal tipo 250 Testa Rossa, que mejoraba la refrigeración del sistema de frenos, o el que acabaría siendo su motor definitivo: el 335 S Tipo 141, un V12 de 4.100 cc que entregaba la nada desdeñable cifra de 400 CV.
Una barbaridad para la época.
Al año siguiente fue vendido a un importador de Ferrari en EEUU, el italiano Luigi Chinetti, quien lo dejó en manos del piloto Stirling Moss para competir en el Gran Premio de Cuba de ese mismo año.
Tras algunas batallas más en las pistas de todo el mundo, este coche se retiró de la competición en 1960 para caer en manos de un arquitecto de Pensilvania, quien a su vez lo vendió diez años después a un afamado coleccionista de Ferraris, Pierre Bardinon, que lo ha mantenido en perfectas condiciones hasta este pasado fin de semana.
A Bardinon le habían puesto varias ofertas encima de la mesa durante las últimas décadas para deshacerse de su Ferrari 335 Sport Scaglietti, pero siempre prefirió conservar su obra de arte a buen recaudo. Si acaso lo movió en contadas ocasiones para mostrarlo en eventos conmemorativos de la marca.
Sin embargo, todo tiene un precio, incluido su niño mimado, que finalmente ha salido del garaje para terminar en manos de otro coleccionista que ha pagado por él más de 32 millones de euros
Nuevo récord mundial en el precio de venta de un coche: 32,1 M€.
Vendido el pasado 5 de febrero a través de la casa de subastas Artcurial.
Se trata de un Ferrari 335 Sport Scaglietti de 1957 perteneciente a la colección de Pierre Bardinon.
Supera así en 3,6 millones al Ferrari 250 GTO Berlinetta del '62 que ostentaba el récord hasta la fecha con 28,5 millones (2014).
Debajo Pierre Bardinon (1931-2012) en su circuito privado de Mas du Clos.
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