Aquí tenemos unas bonitas imágenes de la subida al Parador de Las Cañadas realizada el día de más calor del año y a las cinco de la tarde.
Por fin arriba! La abuela como siempre incansable, lenta pero segura.
Cara de satisfacción por llegar y de cansancio por el estrés de pensar que igual no llegaba, ahora tocaba la cena y la relajación, pero eso ya es otro capítulo.
Gracias a mi amigo D. Alberto Bichara que no dudó un minuto en acompañarme a esta subida (previa llamada a la torre de control) y subir de copiloto ese día.
grande Edu, fotones !!!
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