Miércoles 16 de Agosto.

El miércoles despertamos junto a la playa de Do Camilo, esta es la vista de el amanecer desde nuestra t1, me pareció algo Mágico...

Esta pequeña cala nos encantó, y además a las horas en las que nos despertamos nosotros, no había nadie en la playa, estaba para nosotros solos.

Escaleras de bajada a la playa, las contamos, pero ya no recuerdo la cantidad de escalones que bajamos y subimos, había hasta unos bancos a mitad de camino para descansar.

Cuánto mas nos acercábamos a Sagres, más fría estaba el agua, pero nunca dejamos de entrar en el agua por fría que estuviera.

Después del desayuno y baño, continuamos nuestra ruta hacia Sagres, solo nos quedaban 50 kilómetros para llegar al Faro del Fin del Mundo.

Ya en Sagres, nos dimos un paseo por la Fortaleza, un baño en la playa de Beliche, comimos en el pueblo, y disfrutamos de un bonito día, ni el viento que hacía pudo con nosotros.

Paseando por las tiendas surferas y comprando algún recuerdo del Viaje.

Al atardecer nos dirigimos hacia el Faro de San Vicente, famoso por la puesta de sol, antes realizamos algunas paradas en unas ruinas que encontramos por el camino.

La puesta de Sol en el Faro de San Vicente es muy famosa, poco a poco empezó a llenarse de gente para disfrutar del espectáculo.

Eso si, hacía un frío tremendo, allí sacamos nuestras sillas y algo de picoteo y a esperar la puesta de sol, al fondo la t1.
Ese Faro es la primera luz de Europa que ven los navegantes que llegan desde América puede verse desde más de 100 kilómetros lo que convierte a esta baliza náutica en la más potente del mundo.

Ya de noche regresamos a Sagres para pasar allí la noche.