martes, 17 de mayo de 2011

Historia del Escarabajo: El Papler

Papler no se benefició de apoyo alguno de la central de Volkswagen en Wolfsburg, Alemania. La numeración de la carrocería se mantenía en todos los vehículos modificados. Papler adquiría una unidad terminada y luego la reformada. Para dar más rigidez a la estructura y atenuar los efectos de las fuerzas de torsión, Papler añadía refuerzos transversales en las puertas y acoplaba una barra metálica por encima de los asientos delanteros a la que además se pueden sujetar los pasajeros de las plazas traseras.



El parabrisas también aportaba el aumento de la consistencia adecuada. Su forma se acercaba a un rectángulo perfecto. Crecía el grosor de los montantes laterales y el borde superior garantizaba un soporte óptimo al cierre del techo de lona. El cristal empleado era el mismo que utilizaba Karmann en su convertible. Todos los autos para la policía eran pintados de verde o en su caso rojos para los bomberos.
El interés de este Volkswagen de la policía de Colonia se ve acrecentado, más que por su fabricante, por los ejemplares que se conservan aún. De los 150 autos de este tipo terminados por Papler solo sobreviven siete unidades en todo el mundo, la última, localizada en 1997, es la única que se halla restaurada y funcionando actualmente.


Cuando Papler llamó a Volkswagen no había ninguna duda de que tendría calidad de acabado ya que poseía un bagaje dilatado en la transformación de vehículos militares. Franz Papler fundó su compañía en 1908, especializándose en trabajos de reformas de automóviles, centrados en la carrocería. Fue durante la década de los veinte cuando vivió su período más brillante y febril porque nacieron diseños de gran talla para marcas como Adler, Selve, Minerva y Röhr.


Años más tarde encontró a Ford y antes de la Segunda Guerra Mundial, Rolls Royce, Maybach y Mercedes le ofrecieron una oportunidad para demostrar el talento que distinguía a los estilistas de la empresa. Alguno de los impresionantes modelos de Mercedes tipo S y SS llevaban la firma Papler. Después, durante el conflicto bélico, se dedicó a la fabricación de modelos militares sobre la base Ford y Volkswagen. Actualmente se fusionó con la compañía Faun, manteniendo relaciones con el ejército para modificar camiones de transporte especial.




Este coche de policía, no tenía puertas, el acceso era rápido y facíl. Las luces delanteras permitían una mejor visibilidad, y las aletas del parabrisas eran una protección adicional para el conductor y los pasajeros.

Cuando llueve, lo único que hay que hacer es cerrar las puertas, elevar el techo y sujetar las ventanas laterales. Seguramente, cuando termine ya habrá dejado de llover.




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