Empezamos a subir al Teide.
La abuela marcando el ritmo, la verdad es que subí un poco acojonado, en una parada se salió un poco de gasolina por el desahogo y al sacar la tapa, por la altitud salió mucha gasolina a presión por el tapón, en teoría no había ningún problema, pero solo de pensar en una perdida de gasolina con el motor caliente subiendo a las Cañadas, me puse un poco nervioso.
Al final llegamos al Teide sin ningún problema, menuda máquina la t1.
Siempre en el Teide, la luz es diferente, que pasada.
Una breve parada el los Roques de García y a bajar por La Esperanza, teníamos que llegar sobre las dos de la tarde para comer tranquilos y que los amigos de Las Palmas, salieran con tiempo de coger el barco.
Aparcando en la Esperanza.
La organización montó en dos minutos el catering, menudos profesionales, y todos a reponer fuerzas.
Foto de familia, ya estamos pensando en la quinta edición de nuestro particular VWEEKEND.
Bonitos Buggys, ideales para terreno.
Cada uno aparcó donde podía, no fue fácil meter 75 coches en el monte.
La nueva moda, ahora a todos sitios donde vamos, acudimos con nuestras viejas bicicletas, yo empecé hace unos meses con la Chopper, y ya tengo 5 bicicletas en casa. Menudo virus.
Despedida de los abueletes, los coches no sus dueños, que seguirán dando mucha guerra.
A la hora prevista partimos algunos nos quedaba muy cerca nuestra casa, y otros a pillar el barco para regresar a Gran Canaria.
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