Seguramente son los vehículos que mejor transmiten la sensación de libertad, de diversión en compañía y sobre todo de nostalgia.
Hablamos de las furgonetas Volkswagen, aquellos modelos fabricados en los años 50 y 60. A pesar de su antigüedad, existen numerosos ejemplares por todo el mundo y las personas que quieren hacerse con uno de ellos son capaces de todo.
En la ciudad francesa de Lyon, un joven llamado Florian George necesitaba promocionar su empresa y sus eventos de la manera más exclusiva posible. El empresario francés soñaba con tener una Volkswagen T1 Barndoor de 1951 en sus manos.
Durante un largo tiempo buscando, Florian encontró una en 2009. Pero no era fácil hacerse con ella. La furgoneta se encontraba a 6.000 kilómetros, en mitad de un pantano de Suecia.
El estado de la Voklswagen Barndoor era de abandono total desde 1965.
A finales de 2013, Florian organizó un plan de rescate y, junto a su hermano y algunos amigos, se lanzó en busca del tesoro.
Tras investigar el pasado de la Voklswagen T1 Barndoor, diferente a otras de la época por su diseño, logró localizar a los titulares y así poder negociar la compra de la furgoneta.
En 1965, el dueño original abandonó la furgoneta en mitad de un pantano para utilizarlo como puesto de caza. Actualmente, aquellas tierras y la furgoneta pertenecían a uno de los hijos del dueño.
Al llegar al pantano, los chicos se dieron cuenta de que la furgoneta se encontraba en una zona de difícil acceso.
Tuvieron que adentrarse a pie un kilómetro hacia el interior del bosque hasta llegar al pantano. Allí pudieron ver por primera vez a la ansiada furgoneta.
Para mayor dificultad, la furgoneta se encontraba casi medio metro bajo el agua, atascada por unos 12 centímetros de hielo en sus alrededores.
Para el traslado, el equipo desmontó el chasis, el motor, los ejes y los accesorios para poder remolcarlo hasta un lugar seguro y con acceso a la carretera.
Como si fuera una película de Hollywood, Florian contó con la ayuda de un helicóptero
Una vez fuera, el chasis y las piezas se subieron a un remolque y de esta manera emprendió el viaje a Francia surcando hasta seis países.
Toda una locura donde para los fanáticos de las furgonetas Volkswagen, no hay ubicación que les pare.
Actualmente, el Volkswagen Barndoor se encuentra en proceso de restauración llevado a cabo por el propio Florian que va contando con detalle, desde su página web, el estado de la furgoneta y muchos otros eventos relacionados.
Mientras el nuevo juguete de Florian va cobrando vida por segunda vez, ha podido averiguar más historias de su Volkswagen T1 Barndoor.
Al parecer, fue propiedad de una cervecería sueca en 1951 y cinco años más tarde fue vendida a una empresa de productos contra incendio hasta que, en 1958, pasó al último dueño que terminó por abandonarla siete años más tarde.
Tras casi 40 años en el olvido, otra mítica Volkswagen T1 Barndoor volverá a la carretera. Este mismo año, también en Suecia, Florian logró localizar y hacerse con otra Barndoor. Definitivamente, el espíritu hippie y flower power continuarán por muchos años gracias a personas como Florian.
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