Bajando por Taganana, un alto en el camino.
Llegamos a la hora de comer, después de unos baños, preparamos un picoteo.
Ni en el mejor restaurante del mundo se come así.
Esperando la marea baja para pillar un par de olas.
Hotel 5 Estrellas preparado para dormir.
Mar malo, pero algo se pudo hacer.
Molido como un zurrón.
Hora de cenar y disfrutar del espectáculo.
En invierno no tenemos puesta de sol, ya que se oculta detrás de las montañas, pero algo si que vimos.
No hay mejor café que este.
No hay comentarios:
Publicar un comentario