miércoles, 24 de octubre de 2018

Trabajos de Carrocería en el Karmann Ghía.


Una vez arenado y fondeado, regresamos al taller de Chapa y Pintura para empezar con la carrocería.
Lo primero que hice fue tapar el hueco de los intermitentes delanteros, para ponerle los del modelo anterior, este coche podría llevar los 2 tipos, ya que es justo del año en que se quitaron los pequeños, para empezar con esos que me gustan menos.


Menudo EQUIPO, padre e hijos los responsables del trabajo de chapa de mi coche, grandes profesionales y mejor personas.


Tapando esos huecos y alisando la chapa por todos lados.


Horas y horas dedicadas a cortar trozos de chapa, soldar, volver a cortar y nunca una mala cara, que suerte de encontrar auténticos profesionales.


El trabajo se atrasó respecto al plan previsto, pero hay que tener en cuenta que es un taller pequeño, y no podían dejar su trabajo para dedicarse de lleno al Karmann, y poco a poco fueron cumpliendo con el coche.


Fondeada la parte delantera, después de una pausa, empezamos por la trasera.


Probando que todo ajustara perfectamente antes de pintar.


Con paciencia, la parte trasera fue quedando como tendría que ser.


Ya tenía que decidir el color que quería para pintar el coche, tengo que reconocer que tomar esa decisión, fue la parte mas difícil de todo el proceso de restauración, solo tenía una cosa clara, tenía que ser un código de pintura de Karmann Ghía, y del año 69/70 que es el año del coche.
No lo quería negro ni rojo, personalmente no me gustan, tampoco blanco porque ya hay uno así en Tenerife, pensaba en azul o verde.
Así realicé varias pruebas de color, y ninguna me terminaba de convencer.


Al final el coche entró en la cámara de pintura para empezar a pintar el interior, los bajos y huecos de maletero y motor, y yo seguía dándole vueltas al color del coche.


Allí mismo rompimos un poco el papel para probar el color Manila Yellow.


 Me gustó mucho el resultado, y encargué la pintura.


Así se pintaron todos los bajos e interiores del coche.


Interiores pintados, a esperar a que seque la pintura para sacarlo de la cámara.


Así sacamos el coche, mi hijo Pablo no se perdió ni un detalle de la restauración.


De nuevo a las burras, pero ya con todo el interior y bajos pintados del color definitivo.


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