Jueves 12 de septiembre, despertar en Cámara de Lobos...
Volver a recorrer sus calles.
Nos gustó mucho ese bonito pueblo, mucho encanto.
Después de desayunas, comenzamos a dar la vuelta a la Isla.
Visitamos Ribeira Brava.
Toda la carretera llena de túneles, cada vez que podíamos, intentábamos ir por la carretera antigua.
Y parando cada vez que podíamos para bañarnos en el mar, por ejemplo en Ponta do Sol.
Carreteras espectaculares.
Paramos para otros baños en la playa de la Caleta, muy bonita, aunque me pareció muy artificial.
Después nos desviamos de la carretera y llegamos al Mirador Do Fío, impresionante.
Por carreteras de tierra llegamos a un bonito Faro con unos acantilados increíbles.
Carreteras rurales.
Y agua por todos lados, siempre en la cuneta corría agua.
Con una de las piscinas naturales mejores de Europa.
Allí nos cogió la noche, y buscamos un lugar tranquilo para cenar y pasar la noche.
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