Nunca me cansaré de subir al Teide, me parece un paseo mágico, mira que he subido veces, pero siempre hay algo nuevo que me vuelve a sorprender.
El día estaba muy malo, aviso de tormenta, por eso decidimos subir con el Kubel, coche todo caminos.
Durante la subida no paraba de llover, y había una niebla que no dejaba ver a dos metros delante del coche, y un frío que helaba las manos, no puedo conducir sin tener bajada la ventanilla del conductor, y se me congelaban las manos.
Llegamos a Izaña y continuábamos sin ver mucho, ya pensábamos que no nos podríamos ni bajar en el Teide por el frío y viento.
Curiosamente al llegar al Portillo, nos encontramos el cielo totalmente despejado, y el Sol comenzaba a calentarnos un poco.
Dicen los más viejos del lugar, que cuando al Teide se le pone el sombrero, es anuncio de tormentas, y así fue, menuda semana de tormentas que hemos pasado.
Para subir al Teide siempre hay que subir bien abrigados.
Los más altos de España.
Un espectáculo impresionante.
Me encanta esta foto!
Después de este bonito paseo, una parada en las Minas de San José y a bajar a casa, de nuevo lluvia, niebla y frío.
lunes, 1 de diciembre de 2014
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