Miércoles 18
Después de nuestro último baño en sus playas, nos fuimos de ruta por el monte.
Vimos unos paisajes increíbles, todo verde y sin nadie por las carreteras.
Por el camino nos encontramos un rebaño de ovejas.
Allí decidimos hacer una parada y disfrutar del espectáculo.
Continuamos circulando por esos montes.
Y llegamos a Ribeiro Frío, un criadero de truchas espectacular.
Disfrutando cada momento.
Continuamos haciendo kilómetros y regresamos a Santana.
Allí comimos y compramos en Continente, teníamos que comprar comida para el viaje en barco, y un cargamento de Brisa, refresco típico de Madeira, sabor a maracuyá buenísomo.
A las 5 de la tarde salía el barco rumbo a Gran Canaria.
Un brindis con Madeira al fondo.
Y con una pequeña escala y el jueves 19 por la mañana regresamos a Tenerife.
Con 800 kilómetros recorridos, de fuertes subidas y bajadas, fue sin duda un duro reto para nuestra t1, que no nos dio ni un solo problema en todo el viaje.
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